domingo, 13 de febrero de 2011

14 de febrero


Vivimos sometidos al paso del tiempo. De sus altibajos y vaivenes no se libra el amor, y menos el tipo de amor que hoy celebramos: el enamoramiento. Lo experimentamos como una especie de inundación sentimental o inflamación del cuore, pero solo podemos desarrollarlo cuando lo convertimos en proyecto voluntario, sujeto a compromiso, esfuerzo y sacrificio.

Si el enamoramiento es sentimental, la fórmula del amor ya no lo es: no dice “yo te quiero porque eres así, mientras seas así”, pues todo el mundo sabe que si un amor termina cuando desaparecen ciertas cualidades (belleza, juventud, éxitos), quiere decir que no existió nunca. El amor suele nacer al ver en una persona las mencionadas cualidades, pero luego se afianza en el centro de la persona que las posee, y permanece como un acto de voluntad cuando esos irresistibles adornos han desparecido. “Me gustas” y “te quiero” significan, en realidad, cosas muy diferentes.

Todo esto lo expresan de forma extraordinaria Pijama para dos (Alfonso Basallo) y estas escenas de UP.