sábado, 14 de enero de 2012

Adversus pedagogos

Pongo título y letra de Gabriel Albiac
a esta viñeta que me envía Marta desde Vigo.


"Ilegalicen a los pedagogos y España aún tendrá arreglo. Más que la economía, nos asfixia la alegre apología de la infancia que no sabe de libros ni palabras ajustadas a concepto y mesura. Ilegalicen a los pedagogos, o láncense alegremente al abismo, sin ni siquiera haber llegado a verlo. Desde el tiempo de la mugrienta LOGSE, hasta este parvulario indefinido que es hoy nuestra sola clave académica, leer se ha vuelto dulce anacronía, propia de aristócratas reaccionarios que interfieren la marcha luminosa de un reino enamorado de la nada. Clave de paso, de ministro a ministro: la lectura es un lujo imperdonable; hay que igualarlo todo en el silencio, para ser finalmente democráticos. Solo la ignorancia nos hace iguales. Los Khmers supieron eso en modo bestia: todo el que sabe leer es enemigo; al paredón aquel que lleve gafas. España, desde hace un cuarto de siglo, ha forjado su Camboya incruenta. Sin verdugos. Con sólo pedagogos. ¿Es aún posible desandar lo andado tan malamente? De verdad, lo dudo. Quienes gobiernan son ya criaturas del nuevo genocidio: el pedagógico".